diumenge, 25 de març del 2012

CÉSAR MOLINAS piensa un proyecto para España



A lo largo de los cuatro domingos de este mes de marzo, el diario EL PAÍS ha publicado en el cuadernillo de economía Negocios, caracterizado por el color salmón de sus páginas, una serie integrada por cuatro artículos del matemático y doctor en economía ─catalán de nacimiento y madrileño de adopción─ César Molinas Sans. El autor de la serie reflexiona, en estas cuatro piezas, sobre la situación en la que la crisis ha dejado a España. Para ello, elabora un diagnóstico y ensaya posibles senderos que nos permitan superarla, con una cierta solvencia, en un futuro que Molinas no prevé demasiado inmediato; y sólo cuando el temporal amaine. El lector interesado disfrutará con su estilo mordaz y su prosa culta y bien informada. Para la reflexión, aporta sólo los datos justos y las proyecciones necesarias. Su dilatada experiencia, desempeñando altos cargos en las políticas públicas españolas, asegura que sus pies estén firmemente asentados sobre el suelo.

A continuación, detallo los títulos y los enlaces de los cuatro artículos semanales más otro inicial que los indexa. Si no los leísteis en su momento, a la hora consuetudinaria del vermut dominical, podéis hacerlo hoy, durante la larga y espléndida tarde que nos depara la incipiente primavera.


Dar sentido a las reformas. Un proyecto en cuatro capítulos


1- “España, capital Madrid” (4/03/12)

2- “Consecuencias actuales de la Guerra del Peloponeso” (11/03/12)

3- “¿Existe el problema catalán?” (18/03/12)

4- “I+D+E+i+e” (25/03/12)

1 comentari:

  1. He seguido, desde el primero de la serie y esperado con interés el siguiente, todos los artículos de César Molinas. Me han gustado mucho y no sé si será por su condición de matemático pero me he sentido identificada con la mayoría de sus argumentos y propuestas.

    Como muchos de nosotros, imagino, llevo mucho tiempo pensando en las medidas draconianas que vamos a necesitar en casi todos los aspectos para salir adelante y por qué puede resultar más fácil llevarlas a cabo en otros países.

    Molinas, en su penúltimo artículo sobre la existencia del “problema catalán” dice textualmente “… para salir de la presente crisis, (España) necesita un proyecto de futuro más audaz, más motivador y más urgente que otros países europeos. La razón es que la cohesión nacional es, comparativamente, muy baja, y que para superar los obstáculos del presente hace falta un fuerte estirón desde el futuro.”

    Antes de leer esta reflexión, con la que estoy totalmente de acuerdo, atribuía en un porcentaje muy alto este problema a la falta de confianza que nos merecen nuestros políticos. Llevamos tantos años bajo la sombra de la corrupción, el cohecho, la prevaricación y otros menesteres de mal uso que las posibles buenas acciones e intenciones, que seguro que las hay, pasan absolutamente desapercibidas. Y la confianza es algo fundamental que rige nuestra conducta. Creo (igual es ingenuo) que si pensáramos que nuestra clase dirigente es honesta y que lo único que la mueve es el interés de la comunidad, aceptaríamos y tendríamos otra disponibilidad. Pero cuando la confianza se destruye, como decimos en Andalucía, eso tiene mal apaño.

    Así que, desde mi perspectiva, tenemos un modelo con, al menos, dos factores negativos: falta de cohesión y desconfianza, y si a ello le añadimos el efecto de la interacción de ambos… podemos llorar.

    Para más inri, la falta de cohesión no es sólo intercomunitaria. Tampoco existe la intracomunitaria. Tal vez las excepciones más evidentes sean las únicas regiones que tienen aspiraciones de estado, precisamente porque tienen en común algo diferenciador que las vincula, y no es difícil entender que ese tipo de unidad tampoco ayuda mucho al problema de la cohesión interna. En el resto de comunidades, podría decirse que casi lo único que nos aglutina son los eventos deportivos de gran calado, pero nada de lo que pueda ser decisivo para la calidad de nuestra supervivencia. Por desgracia esto también tiene poco apaño.

    Y hablando de otra cosa, creo que, aunque con un gran absentismo, Andalucía tuvo en las elecciones de ayer, una buena coherencia interna…. Pero eso es otra historia.

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